sábado, 3 de noviembre de 2007

Trencita

Y volví por los autitos. Mamá se había olvidado las llaves de la casa de las tías Ana&Cinti, entonces fuimos a lo de los tíos a buscar la que tienen ellos.

Y estaba Gabi, algo raro para un viernes, porque siempre está trabajando. Pero se estaba haciendo un estudio del corazón y tenía que irse a cada rato a la Clínica.

Así y todo me sacó una foto para el blog. Casi no se ve, pero la idea era mostrar la trenza que me había hecho mi mamá. Entoces hicimos trueque, foto por autito. Yo sé donde guardan los "tutú", así que me fui derechito para el fondo, al cuartito, y a grito de "tutú" la Ale me los dió. Gabi se quedó con una foto mía, yo con un autito de él.

Franela

Esto fue un sábado. Yo estaba en mi nueva casa con mis viejos y con un amigo de ellos. Andaban haciendo unas reformitas. Siempre son las últimas y cada vez falta menos para que se termine todo. Polvo, cal, arena, ladrillos, muegre por doquier. A cualquiera eso le preocuparía, pero a mí me encanta. Me la paso jugando y explorando todo.

Acá estoy con una remera que mi tío Gabi me trajo de Costa Rica (ya hace mucho, así que andá comprando algo más, che) y que me gusta mucho. Por eso no me la saco para nada. Apenas me vio el tío, dijo que me parecía a una franela usada, de esas que se usan para lustrar muebles o sacar brillo a los autos.

La foto la sacamos en la casa de los tíos. Primero fuimos a tomar un heladito, por lo que me lavaron un poco las manos y la cara, pero el resto, así estaba:



El tío es un vivo bárbaro. Pero no vivo de ser vivo para todos. Es un vivo egoista. Bueno, es argentino, ¿no? Les cuento. Se fue a jugar al tenis y nos dejó solos a la tía Ale, a Morena y a mí. ¡Ja! La pasamos re bien.

La tía me dió un baño y me prestó los autitos de cuando Gabi era chico. ¡Están re buenos! Yo le pido para jugar: ¡Tutú, tutú! les grito. Es una de las pocas palabras que digo, pero está bien, me sé las palabras importantes. "Ame, ame", por hambre, ergo "feed me, please"; "amo, amo", por vamos, vamos a jugar; "tutú", para jugar con algo o para pasear en el auto del tío, o en el nuevo; y las consabidas: "mamá!, "papá" y "abu". El resto es todo "eshe" con el dedo apuntando en dirección.

Lo bueno de los autitos es que me llevé uno para jugar en casa. Total, Gabi hace rato que no juega con ellos, ¿para qué los quiere tener ahí dormidos? Me quería llevar más, pero la Ale me explicó que mejor los dejara así puedo usarlos cuando vuelva.

Una anécdota de este día fue que cuando me vinieron a buscar no lo hicieron con el "tutú" de Gabi. Se aperecieron con un auto nuevo. Y yo no quería subir, porque yo quería ir en el auto de Gabi y ese no era el auto de Gabi que yo conocía. Bueno, parece que algunos afortunados pueden tener más de un "tutú". Está bueno el "tutú" nuevo. Ahora, la próxima vez voy a ver si adivino con qué auto vienen.

Les dejo la foto de mí limpito y con los autitos:

lunes, 15 de octubre de 2007

Gabi tutú


Llamaron los tíos, para comer, asado, y fuimos de una. Es que el tío se los hace de lujo, es un campeón. Sí, ya le perdoné lo de la foto dormido. Entre tío y sobrino esas cosas se perdonan.

El sábado pasado sacamos estas fotos. Fuimos para conocer el tutú nuevo de Ale y Gabi. ¡Qué olorcito a nuevo! Yo ya me subí y de dí duro al volante. Todavía no fuimos a ningún lado, pero ya me van a pasar a buscar para irnos de paseo. Aunque ya me voy a encariñar con el nuevo a mí me gusta más el otro, el que ya conozco. Pero somos animales de costumbre, por lo que no habrá problemas para querer al nuevecito.

Los asados terminan con helados y ahí estoy comiéndolo ante la atenta mirada de Morena que aprovechaba para comerse el cucurucho desde abajo.

¡Si vos tenés tu comida! ¡¿Por qué te querés comer la mía?! Y sí, ya sé, es más rica.

Dormi & Regalito

A este Gabi lo tengo que retar. ¿Cómo me vas a sacar una foto cuando estoy dormido? ¿Qué te crees? ¿Qué sentido tiene? ¿No vengas que es para que no salgan los ojos rojos? Siempre te justificás de todo con justificativos que no justifican nada serio. Siempre con las bromas. Así que te estoy retando. Che, te estoy retando, dejá de reirte, dejá de buscar los límites. Eso lo hacemos los niños, los bebés. Bueno, me acabo de responder. Este no cambia más. Pensando mejor, ¿por qué habría de hacerlo?

Ah, pero ahora sí, sacaste una foto a todos mientras yo dormía. ¿Estás loco? ¿Dejarme afuera a mí? Este es mi blog. Bueno, ahí está todos menos yo, claro, porque estaba durmiendo en el colchón que me tiraron al piso. Se creen que soy un lampazo. Fue el 21 de septiembre de 2007, Gabi hizo cerdo (no se hizo el cerdo, aunque le sale bien) para reparar un mal entendido de una cena truncada para el 14.

Pero como la bella durmiente o como un pimpollo en primavera, desperté, alegre, contento, copado, así como soy yo, jajaja. Y para sorpresa mía me dieron un regalo. No hice nada malo ni nada bueno, no me enfermé, no es mi cumpleaños ni mi bautismo, ni nada. Así es la Ale también, de la nada me dio este regalo. Hacía un tiempo que me lo había comprado pero no me lo daba. Yo no sé, los adultos hacen cosas que no quieren y no hacen lo que realmente desean. ¿Por qué no me lo diste antes? De todos modos no me quejo, al contrario, muchas gracias dije. Bueno, hubiera dicho si supiera hablar. Sigo con las señas y algunas palabritas nuevas. Pero estamos desviando la atención. ¿Qué será el regalo? ¿Qué emoción? ¿No les da emoción los regalos?

¿Qué será? ¿Y para qué? ¡Wow! ¡Una mochilita! Que bueno, así puedo llevar mis cosas, mi ropa y mis juguetitos. Mejor, me viene re-barbáro y me queda como dibujada. Ahora me voy a todos lados con mi super mochilita Sandra guivenvai.

jueves, 30 de agosto de 2007

Tele, Morena, Lloro, Helado y después

Este comentario iba a ser sobre la televisión. Gabi quería escribir acerca de la idea de mis viejos de no ver televisión, o al menos no tanta, o no sé qué. Porque yo no miraba cuando no la tenía y era muy chiquitito como para verla aunque la tuviese. Pero en la época del Mundial de Alemania yo ya andaba en dos patas por el mundo, y allá en la casa de Castelar me enojaba cuando no me dejaban ver lo que yo quería. Ahora no me enojo, pero les hago entender que se corran, que me tapan la visión.

Así, como estoy en la foto, esa pose de petrificado como si estuviera congelado como Walt Disney, es como me pongo cuando veo los Backardigans. Son unos dinosaurios y pingüinitos que juegan en el patio de sus casas y están llenos de imaginación, colores y música. Son lindos estos, Generalmente repiten los mismos capítulos. Es un formato simple, se crean diez capítulos, barato, si funciona los repiten a morir. Luego largan para que los papis nos compres la taza, la frazada, el cuaderno y todo el mercadeo que se les pueda ocurrir. Así, el tema es muy rentable. Como el otro, ese violeta feo que no sé qué tiene que nos gusta a todos. Barney, yo no sé qué tiene, pero nos gusta a todos.

Gabi, que es un poco hincha guindas, se me paró delante de la televisión como tres veces. Lo hacía para obligarme a decirle que se corra. Yo le decía, con la mano y con el mmnnmm, mmmnnnnm, gesticulado. Pero él quiere que hable. Me pregunto para qué querrá que hable. Cuando empiece a hablar le voy a hacer tantas preguntas que va a querer que vuelva con mi vocabulario básico de papá, mamá, abu, ese, afuera y alguna palabrita más que sé decir pero que ahorita no sé recordar.

Bueno, el comentario de la foto terminaría acá, porque como no le hablé, se fue a buscar la cámara para escracharme en el blog de como miro tele. Se cree que a mí me jode. No me jode, Gabi, no me jode.

Si hubiera habido solo dos comentarios, el segundo hubiera sido sobre Morena y yo. Yo con Morena me re divierto, porque la corro por todos lados y ella me corre a mí. Antes me daba un poco de asquito los besitos que me daba, por eso, esta vez le empecé a dar besitos yo. Le gané, porque me le tiraba encima cuando ella quería dormir en el sillón.

El sillón no es para dormir Morena, es para correr y saltar como corro y salto yo. De un lado a otro una y otra vez, riendo y riendo de felicidad. Y Morena que me esquivaba, se iba para el otro lado de donde iba yo y miraba con carita de pobrecita, así con las orejitas para abajo, en señal de “ayúdenme con este hombrecito”.

Después encontré una pelotita roja, de esas bien chiquitas que una vez regalaban con la Coca Cola. No me acuerdo para qué Mundial fue, porque además yo no estaba. Creo que fue para Francia ’98, según dice Gabi. Lo que sea que diga el tío, tiré la esférica abajo del sillón, y el tío, que tiene mucha fuerza, lo levantó y le dijo a Morena que agarre la pelotita, y ¡la agarró! ¡Qué risa!

Ahora viene la parte que me da vergüenza. Pero el tío quiere poner esto, así que como me ayuda con el blog (ya lo dije antes, que cuando aprenda, chau tío, suerte) tengo que conceder algo, aunque lo que viene ahora se trate, justamente, de poca concesión.

Por pasos. Paso 1. Recuerdan que me he ganado un felicitado en este blog por no haber pillado por la noche y de avisar de cuando me venía la caca. Bueno, esto que hice fue una caca. Literalmente, me fui debajo de la mesa y de cayetano me largué el producto de mis tripas. ¡Qué olor! Antes, con los pañales y la teta no salía con este perfume, pero ahora, santas cachuchas malolientas, Batman.

Paso 2. Por suerte para el tío, que fue quien me descubrió, estaba mi mamá que se tiene que bancar estas cosas. Se puso a lavar el pantalón y como la tía Ale se estaba bañando en ese preciso instante, pues adentro, desinfección.

Paso 3. Mucho a la ducha no me quise meter, pero la Ale se las arregló para ponerme bonito otra vez. Gabi me secó y desenredó el pelo, y entre los dos me estaban vistiendo cuando en eso llega mi viejo.

Paso 4. Y ya le tengo dicho a la vieja, y ella lo sabe, que cuando suena el timbre quiero yo a atender. Sí, aunque estemos en la casa de lo tíos y aunque Morena haga lo mismo. Pero, a la señora se le ocurre olvidarse. ¡Ah! ¿Te olvidaste? Cagaste. Lloro, berrinche, no saludo nada a papá, no quiero nada, no quiero calmarme, no, no, ¡¿eh?! ¿qué? Sí, prum prum shi, shi.

Paso 5. Me encanta ir en el auto del tío. Todos me querían calmar, algunos con suavidad, como mamá y la tía, otros con autoridad, como papá y el tío, hasta que el tío se iluminó y me ofreció lo del prum prum. Las lágrimas desaparecieron como bife de chorizo en oferta de las góndolas del super.

Entonces, acá comienza la secuencia prum prum-helado.

Adónde me llevaría el tío. Seguramente, a dar unas vueltas a la manzana. Eso le aconsejaron.

Pero el tío es un maestro, no sé bien qué enseña, pero a los que hacen cosas copadas en este tierra les llaman maestros, o hijo de puta. Eso también se usa para cuando uno conduce, pero no entiendo bien porqué. Por lo menos no es sinónimo de maestro como cuando el tío hace un golazo con los muchachos de la oficina.

El maestro me llevó a la heladería. Eran como las once de la noche, llamó a las tías Ana y Cinti, y las pasamos a buscar con un kilo de helado y seis cucuruchos. Sí, helado, aunque sea pleno invierno, ¿acaso no toman café en verano ustedes?

Ahí estoy con el chocolate hasta las orejas. Todos comieron doble porción, menos el maestro que anda otra vez, por vigésima cuarta vez, tratando de bajar el colesterol y los triglicéridos. Yo le diría que no se gaste, que la única forma de bajarlos es si construye una casa en un subsuelo o si se toma un subterráneo. Porque se cuida dos meses y después come hasta reventar.

Riquísimo y buenísima la idea. Porque nos hablamos todos encima de todos y nos vimos un rato, y nos reímos, y un poco nos escuchamos, y como diría la tía Cinti, y naaa, no sé, qué sé yo.

La tía Ana hubiera hablado mucho más de cualquier otra cosa italiana que se le hubiese ocurrido. Es tan tana tana que cuando suena la campana de la iglesi, en vez de escuchar tan tan tan, ella escucha tan tana tana tan tana tana.

Este ya suspiró un par de veces. Seguí escribiendo, querés. Lo tengo que tener cortito para que me haga caso. Dale tío, tipeá.

Bueno, ahí estamos todos. Sacamos como cinco fotos, pero siempre pasaba algo. La primera salió muy clara por el flash y porque estaban todas las luces encendidas. Después Vero que cierra los ojos. Alejandra dice que es porque parpadea mucho. Para mí es que ya se olvidó de cuando fue Miss Teenager. Ya voy a poner fotos de mis viejos y sus tiempos de juventud y les contaré lo que ellos me cuenten.

Después, Gabriel que se olvidó de poner el automático y el no salió. Después se olvidó el flash y quedó todo negro como el negro de acá a la vuelta. ¿Vieron que en todos los barrios vive el negro, el tano, el gallego, el gordo, etc.? Es que no somos muy originales.

En otra cerré los ojos yo. En esta mi vieja no sé qué hace y mi viejo no sé qué mira, pero ya el tío estaba cansado y dijo, como en la ruleta, no va más. Nos puso a todos en el auto y nos llevó cada uno a casa. Y dijo lo que yo le pido que escriba ahora: ¡Chau!

domingo, 26 de agosto de 2007

Otra vez al piso

Hola gentes. Me quedé a dormir de los tíos, sí otra vez. Sí, al piso otra vez. Se creen que porque son chiquito no puedo dormir solo en la cama. Y como no hablo mucho todavía, aunque me hago entender bastante, me la banco y me voy al colchón al piso. Además, esta vez volví dormido, por lo que no tuve muchas chances de explicar nada. Y la Ale sigue con la persecuta de que no me duermo rápido. En eso ayudan mis viejos y mis abus de papá, que le dicen que estoy bravo, que tuve una semana brava, y esas cosas de los adultos con los que uno viven. Yo no sé, pero los adultos tienen una evidente tendencia a exagerar. Ale, ya van dos veces seguidas que me duermo de una, no me hago pis, les avisé de la caca, tomé toda la leche, jugamos tranqui, o ¿no? Entonces, mi consejo es que hagas caso omiso a los que exageran y te formes una nueva opinión, tuya, propia, más cercana a la realidad.

Bueno, esta vuelta no fue por necesidad de mis viejos de mandarme con los tíos. Fueron ellos los que llamaron. ¡Qué alegría cuando escuché que era la tía Ale y que me querían llevar a un cumpleaños!

La cosa fue así, el viernes 17 de agosto cumplió dos añitos Agustina, la hija de Leo, un amigo de Gabi. Sí ya lo sé, la internet es algo diario y que recién ahora posteamos este comentario, pero recuerden que más vale tarde que nunca, así que aprovechen a hacer lo que nunca se animarían a hacer. no sea que se les haga tarde. Sigo con el relato, entonces Ale y Gabi me llamaron, en verdad llamó la Ale, porque el tío está siempre ocupado, con su trabajo y su conputora. Al tipo por correo electrónico quizás lo enganchas, pero seguro te responde si le jás un comentario en algunos de sus blogs. Es lo que es, será. Lo que sí es que a mis viejos les cayó como anillo al dedo (un anillo que entra fácil claro está) porque tenían que hacer cada uno algo para sí.

Yo estaba medio dormido, pero ni bien escuché el prum prum de Gabi, salí disparado (como tiro) para irme de paseo. La tía Ale y el tío Gabi me cuidan bien. Siempre están medio como atrás mío. La Ale se obsesiona con que coma, así que siempre donde está ella hay comida sanita. Por caso al cumple llevó el agüita de filtro, porque yo mucha coca no tomo. De todos modos me dejó probar un pancho. Me imagino sus tripas retorciéndose cuando vio a la cumplañera disfrazada de vendodora de panchos y todos los chicos (y adultos) contentos con la situación. Sé que ella se pregunta porqué eso no lo harán con una ensalada de repollo, coliflor, zanahoria y tomate (sólo por poner un ejemplo) y que de pequeños comamos mejor (y más barato). Pero ella también entiende que yo tengo derecho a conocer y me dejó comer el panchito, con agua sí, para la coca no está tan segura que mi mamá me deje libre a mis derechos.

El cumpleaños de diez, porque no me obligaron a seguir a todos y se fueron turnando (o acompañando) para que yo pueda ir al pelotero, a jugar con los autos a control remoto y a patear la pelota. Mucho patear no me gusta, pero al tío Gabi sí, por lo que le di unos minutos. Yo quería apretar el botón que hacía que el prum prum corriera rápido por la pista. En eso estaba copado yo, hasta que cortaron todo por el evento de la torta. Y yo qué podía hacer, llorisqueé un poco para quejarme (yo quería el auto) pero con la cancioneta del cumpleaños comenzaron a tirar burbujas de agua y detergente. Todos los chicos reventando las burbujas. Estaba bueno, pero como yo era uno de los más petisitos muchas no podía agarrar. Pero había tantas que me divertí con eso. La torta muy rica también y me la comí toda (sí mi porción).

El cumple terminó como a las ocho y pico de la noche. Y ya me imaginaba una noche larga para dormirme. Pero nos fuimos a llevarlos a los papas de Lolo que andaban sin auto. Lolo (no es el de la guitarra, aunque tiene una rebuena) es el hijo (uno de los hijos) de otro amigo de Gabi. De Alejandro. Se conocen desde hace como treinta años.

Subimos al dpto. ¡Por el ascensor! Iupi, me gusta el ascensor como en la casa de las tías Cinti y Ana. Ahí estaban los grandes con Mateo (el hermanito de Lolo) meta charla. Lolo también, meta charla. Todavía no tiene dos años cumplidos pero habla más que las vecinas en la carnicería. No es una cotorra, es una radio de veinticuatro horas de programación, más la noche también.

Luego de un poco de vergüenza compartimos unos juguetes. No saben, Lolo tiene muchos autos, una moto que anda sola, cientos de rastris, y claro, una guitarra. La guitarra está re buena, porque tocás un botoncito y te larga la melodía. Algo así con música incorporada. No es como la de cuerdas que está en mi casa y que Gabi siempre que viene la hace sonar de la misma manera: mal. Con la guitarra hubo una pequeña rencilla, lo mismo que con unos libros de cuentos. Yo creía que podían ser míos. Aún no entiendo bien la onda de la propiedad privada. Hasta me pregunto cómo eso puede funcionar. Es más, pregunto: ¿cómo funciona eso?

Interrogantes mediante, la pasé muy bien y de vuelta a la casa de Ale y Gabi, se las hice fácilito: me dormí en el auto. Sabían que me iban a mandar al piso, pero está bien, lo hacen para que esté cerca de ellos. De hecho, como las cuatro de la matina les largué un llanto, como para ver qué hacían. Al toque lo tenía a Gabi haciéndome shshsh despacito, de modo que me dormí una rato largo más. Hasta las diez la mañana. Cuando me lenvanté, jugamos un rato en la cama grande, y con Gabi nos fuimos a lo de Cinti y Ana. Es que la Ale tenía paciente y pacientemente esperó hasta que no llegó. Luego se vino tmabién de las tías, y ahí comomimos todos los ravioles. ¡Ah!, eso sí, antes el desayuno. En la casa de Ale siempre se come bien, y se prepara el desayuno. Ella dice que es la comida más importante. Yo creo que la más importante es la que comés en el momento que estás comiendo. Me tomé la leche con las tostadas de pan casero con miel. Ahí estamos los tres, con la pancita llena y el corazón contento.

sábado, 18 de agosto de 2007

Los Ravioles

Después de pasar la noche en la casa de los tíos Ale y Gaby, los cuales me llevaron al cumple de Agustina, en donde estuve con con otos niños con los cuales compartí o no los jueguetes y esas cosas que hacemos nosotros los chiquis... Ahora sí, después de eso el sábado a la mañana fuimos con el tío Gaby a la casa de las tías Cinti y Ana.
Luego de tantas idas y vueltas que tuvieron los adultos, decidieron hacer unas ricas pastas, en este caso ravioles con salsa fileto y rosa.

La tía Ana se encargó de ir a hacer las compras, compró las pastas, l.as salsas y el paaaaan paaaaan. Más tarde llegaron la mamma y la tía Ale. Yo me encargué que la mesa quedara bien puesta con la ayuda de la tía Ale, las tías Cinty y Ana se ocuparon de separar los ravioles que habían estado en el freezer, consejo de la tía Ana: no frizar más los ravioles!!! En fin entre mi mamá y mis queridos tíos me qusieron homenajear con estas ricas pastas, las cuales disfruté mucho, porque todo fue hecho con AMORE.

jueves, 19 de julio de 2007

Disney on áis

"El Viaje Mágico" es el título de este show que trajeron a Buenos Aires. Yo me colé, porque Ale y Gabi lo invitaron a Fede para regalo de cumpleaños. No, aún no cumple, pero el show no lo van a estar dando para el 31 de julio. Y yo me fui con ellos. Claro que no podía ocupar asiento, así que estuve a upa de Gabi todo el show. Lo habré dejado a la miseria, seguro que al otro día le dolió la espalda toda la jornada laboral. Que se la banque, para eso es tío. Bueno, al relato.

EL viaje comenzó mágico, porque nos fuimos en el prum prum o tutú de Gabi. Nos sentaron a atrás a los dos. Un buen somnífero para niños es el tránsito de Buenos Aires y la forma de manejar del tío. Tío, por fa, dale más velocidad a la cosa, manejás como un viejo sin anteojos. La cosa que nos planchamos con el Fede. Pero nos vino bien, una siestita para estar pilas para el show.

Llegamos al Luna Park, en Corrientes al fondo. ¡Qué tentación! Te venden de todo, la espada, los collares, la no se qué, todo con lucecitas y barato. Ellos dicen que barato. No compramos nada. Llegamos hasta nuestros asientos, bueno el de ellos, de Fede, de Ale y de Gabi (recuerden que yo estuve a upa). Ah, primero hice pis. Gabi me llevó y eso que le dije que no quería. Pero le di el gusto de hacer un poco, así se quedó contento con su nueva técnica antiderrame.

Al llegar a los asientos, más ofertas. Pancho, coca, papas fritas. Todo a cuatro mangos. Una familia tipo gasta 32 pesitos en un pancho y una coca para cada uno. Supongamos que se lo come en 16 minutos (entre que se los preparan, se los dan, se le pone la mostaza, se cae un poco de coca en la ropa del nene más pequeño, la madre lo limpia mientras se le cae un poco de su coca encima del padre, que para evitar mancharse hace equilibrio entre su pancho y su coca, y un poco de mostaza de su pancho le cae encima del mayorcito, que ya se comió todo y está desesperado para verlo al Mickey); así vamos a un promedio de dos pesitos por minuto. Pero nosotros no, austeros. La Ale llevó una botella de agua y mi mamá nos mandó unos cereales. Así que un solo pancho para Fede, un promedio de 0,25 el minuto, como una llamada telefónica por teléfono público, un verdero desuso en estos tiempos de comunicaciones virtuales.

El show una masa, de 10, joya, jam´n del medio, super, copado, genial. Bueno esa es la visión de los niños. Gabi miraba a las bailarinas y a Ale a los bailarines, sus cuerpos trabajados, esbeltos. Igual estábamos medio alejados por lo que eso se imaginaron, principalmente Gabi.

Yo estuve re atento al show, aplaudía, bailaba y miraba todo. Cuando tocaban los bombos yo hacía como que tocaba también. Es que a mi viejo le gusta la percusión. Hace tiempo que no toca, pero le gusta. Es más, tengo una foto tocando con él. Le voy a decir al tío que me ayude a subirla a este blog.

La cosa que la pasamos muy bien. Al regreso no nos dormimos, y eso que el tío manejaba con un viejo sin anteojos y encima cansado con dolor de espalda. Así que la Ale se pasó al asiento de atrás para contenernos. Los tíos son buenos tíos (HEY GABI YO NO DIJE ESO -aunque lo pienso-).








domingo, 15 de julio de 2007

Anku Picasso

Antes que nada un aplauso para mí. no, no por los dibujitos. Esperen para eso está este posteo en el blog. Lo de las felicitaciones caia a pedido porque anoche me quedé a dormir con los tíos y la felicitación es por "NO HABERME HECHO PIS EN LA CAMA". Bueno un par de aclaraciones. 1. No siempre aviso por el pis, casi siempre por la caca sí, pero el pis a veces viene y lo dejo ir, así calladito, quietito y el pis se mueve solo. Mi tío me dijo que a los hombrecitos nos pasa esas cosas, que por el pitito se nos salen los líquidos cuando ellos quieren. La Ale se reía y mucho no entendí por qué. 2. Lo que yo llamo cama es un colchón que estos me tiran al pie de su sommier de primer mundo. ¿Les parece eso? ¿Ellos ahí y yo al piso? Estaba tan cansado que me dormí enseguida. La Ale estaba con medio bronca, porque la otra vez estuve dando vueltas como por casi dos horas y el tío ya se había dormido. Y ella que es tan buena, tan dulce, tan suave, quería que fuera él el que tuviera que estar dos horas para que yo me duerma. Sorry tía, pero estaba cansado y me planché.

Hey, aclaraciones mediante, no escuché mis felicitaciones.

Esta mañana amaneció celeste, innaturaleza de los días que se suceden (es la antifrase de un escrito de mi viejo). Igual con un ofri de la gran siete (¿por qué se dirá de la gran siete?). Tomamos la leche. No te conté, té con leche tomé yo. Los tíos se tomaron el café que se sobró de anoche. Comimos granola que hizo mi vieja. Yo les digo viejos pero son re-jóvenes. ¿Cómo les habrá ido anoche?

Dentro del bagaje de entretenimientos que tengo en la casa de Ale y Gabi, que son el pata-pata, el librito del tractor, la pelota roja, la perrita Morena, también están los dibujos. Unos crayones que uso para dibujar en las hojas borrador de los viejos impuestos que liquidaba Gabi o en los borradores de la antigua Revista Valor. ¡Qué pena que no hagan más esa revista! Algún nostálgico la puede ver en haciendo click aquí.


Decía de mis dibujos, aquí están. Por las dudas, Gabi ya inició el registro del copyright. Si la automotriz Citroën le puso Picasso a un auto, Gabi me puso Picasso a mí. No es original, pero bueno, no le pidamos peras al olmo, o no le pidamos peras al carnicero, ni pescado al verdulero (BASTA GABI YA SE ENTENDIO), ni agua al...



sábado, 14 de julio de 2007

Limpito

Yo estaba en un cumple, allá en Caballito en la Biblioteca Popular. La pasé de diez, pintamos con témperas y parecido a esa canción que le cantaban a mis viejos, pintamos en la pared, en mi rop, y en mi cara, pintamos todo pintamos. Hacía frío, y en eso me vino a buscar el tío Gabi. Lo hice esperar, porque justito trajeron el chocolate caliente, y no me lo iba a perder. El tío había ido con la tía a La Rural, a una muestra de comidas. Fueron con la madre de Ale también. Este Gabi es un campeón, poco rompebolas, pero se las bancó bien, a la esposa, a la suegra y a la muestra. Se compró una picadita ahumada (queso, ciervo, jabalí, aunque por lo que veo hoy no la vamos a comer) y un vino tinto roble malbec (que por lo visto hoy no vamos a beber, porque escuché que la Ale pidió pizzas, así que seguro que habrá cerveza). La tía se compró un corta-corta, que es alemán le dijeron, ja, veremos cuánto tiempo funciona. Lo compró porque dice que la va a ayudar a trabajar. Ojalá que sí, así le queda más tiempo para que yo pueda venir a jugar con ella. Bueno, me fui con la disgresión (che tío, ¿cómo se escribe disgresión? Este se hace el intelectualoide y seguro que lo tiene que buscar en el diccionario. No te dije. Ah, porque me lo viene a mostrar. Me parecía que la palabra correcta era digresión). Repito y corrijo: Bueno, me fui con la digresión. La cosa es que me vinieron a buscar, porque mis viejos se van al baile ese que estuvieron organizando desde hace bocha. Es la Fiesta de los Bachilleratos Populares "Grupo Chaco" en Chacarita con la entrada a 5 pesitos (lo recaudado será destinado para los pasajes del viaje al Encuentro que se realizará en Chaco). Ojalá les vaya bien. Llegamos a la casa de los tíos y claro, me tuvieron que bañar. Mirá como estaba.

La tía es una mujer con todas las letras. Me bañó como si supiera. Se ve que lo ayuda a Gabi a bañarse. Aunque yo sé que Gabi se debe arreglar solito porque ya es grande. Bueno, no sé como será, pero me cantaba canciones, me hacía reir con la esponja esa de la cara, me dio un peine para que lo peinara a Gabi mientras ella me lavaba el pelo. Eso, salió todo al pelo. Pero no al pelo de pelado, a pelo de pelilargo (desenredado). Pusieron la estufita que es como los relojes, porque es de cuarzo, me secaron todo, hasta mis partes. Yo la cagué porque quise hacer pis y me piyé los pies. Después sí cagué, cuando ya estaba cambiadito, pero avisé justo a tiempo. Así que después de bañarme no la cagué, sólo la piyé. Me pusieron la ropita, yo ayudo porque me dejo cambiar tranquilito, paso los brazos, me banqué que Gabi me desenredara el pelo. Lo dejé porque él lo uso bien largo cuando era jovencito, así que algo sabe el tío. Por suerte me volvieron a poner las zapatillas rojas, que son las que a mí me gustan. Y ahí quedé limpito, la trompa, las manos, el pelo, el culito, todo limpito. Se fueron la témpera y la mugre. Es verdad esa publicidad que el agua se lleva todo. Gabi probó la imagen y apuntó bastante bien. Ahí estamos los tres para la foto.

Yo le dije que me ayudara con el blog, así que acá estamos tipeando un poco para llenar los espacios. Le dije que no ponga las tres fotos porque había que tipear mucho. Luego me di cuenta que este es capaz de llenar cualquier espacio. Y no solo con letras. Sus boludeces pueden ocupar todo el mundo. Me apuro por dos motivos, uno para postear esto antes que lea lo de las boludeces y otro porque me estoy haciendo pis. Pero estos no me miran y no me preguntan. Y eso que les estoy poniendo carita. Ahí viene la Ale con ese ruido y entonación, sí, es la palabra justa. Vamo, vamo. Yo me apuro para no joderla, porque está contenta que dije que sí, pero ya es medio tarde. Ya me quedo sin calzones.

Bueno, chau, ya deben estar por caer Ana, Fede y el abu Domi con Paula. Ojalá lleguen las pizzas también, porque ya me pica el hambre. Mientras tanto voy a ver si me dejan jugar con Morena, cosa que no creo, porque estos le tienen miedo al invierno y seguro, seguro, que no van a querer ir a jugar a afuera. Te lo dije, la Ale trae los crayones y el otro que no se despega de la compu. Me está llamando, ¿qué querrá? ¡Ah mi nombre para la firma! Dale lo tipeo yo, primero poné algo así como chau hasta la próxima.

Chau hasta la próxima.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN NNNNNNN KK K7UUUUU

sábado, 7 de julio de 2007

TíaAnkuTío


¡Ay estos dos son todo un caso! Me gusta ir a la casa de los tíos. Está la perrita. Morena se llama y me da muchos besitos. A veces me saca la comida pero ya la estoy dominando. Con la pelota se desespera y Gabi siempre se la saca. Yo todavía no porque soy chiquito, pero a veces sí, porque Morena se distrae siguiéndolo a Gabi. Además, Gabi se prepara unos asados que están buenos. Es verdad que le queda un olor a humo terrible. De eso se ríe la Ale en la foto, que le dije en secreto que este Gabi estaba hediondo.

domingo, 24 de junio de 2007

Pata Pata


¡Ah! ¡Cómo me gusta el pata pata! No paro un minuto, con frío, con humedad, con sol, hasta con lluvia. De un lado al otro, no paro y no paro y no paro. Si me canso de sentado, lo empujo de parado, desde el living a la cocina (adentro) o desde la cocina al quincho (afuera).

sábado, 23 de junio de 2007

Así estoy hoy

Hola, así estoy hoy. Me quedé a dormir de los tíos Ale y Gabi. El tío cibernético me reabrió la cuenta de hotmail (anku.05@hotmail.com) y me armó (en tres pasos fáciles) este blog.

Yo no sé si la voy con esto de la tecnología y de que nos comuniquemos sin vernos, sin tocarnos, sin sentirnos. Bueno, algo sí acerca a las distancias (no necesariamente de miles de kilómetros), por lo que le di mi visto bueno.

Acá estoy esperando a los backardigans, pero me hice encima. Me tengo que cambiar el pantalón y las zapatillas, pero no quiero, estas rojas están recopadas. Sé que no me puedo quedar mojado, pero igual hago caprichito.

Los dejo entonces con mi última foto que me sacó Gabi mientras yo miraba la televisión. Un beso para todos.