Yo no sé cómo fue bien. Cuenta mi mamá que vi un camión de la basura y que así empecé a jugar a eso: a juntar la basura. De hecho armé un camión de la basura en mi casa. Algunas partes también forman la carrocería de un tractor, pero eso es para otro juego. Si la siguiéramos con el tractor, en la casa de los tíos Ale y Gabi tengo mi librito del Tractor guardando en el asiento del pata pata que siempre está en mi pieza en casa de ellos. Y ayer fui a la casa de ellos. Y para seguir dando vueltas sobre el mismo epicentro, jugamos con Ale y con Gabi a juntar la basura.
Había basura liviana y cerca y basura pesada y lejana. Después de cargar el camión nos subíamos a la reja que es la parte de atrás de los camiones, hasta que parábamos en otro lugar para juntar más basura. Primero anduve en el pata pata. El libro del Tractor lo vimos muy rápido, porque más me gusta jugar con los autitos (se llaman tutús) de cuando Gabi era chico. Ya quedan pocos. Me parece que hay más chicos que juegan con estos tutús. Los que no se rompen, se pierden, y los que no, alguien se los lleva. ¿Saben dónde guardamos ahora los tutús? Sí, en el asiento del pata pata. Antes, había muchos tutús y estaban en una bolsa en el cuarto del fondo. Ahora, que quedaron menos, los metemos todos dentro del asiento.
Después de jugar tanto, la tía se baño y se puso preciosa para ir al cumpleaños de Lolo. Lolo es un amigo que me regaló la amistad del tío Gabi con su amigo Alejandro. Lolo es hijo de Alejandro. Lolo tiene que cumplir años algún día, y ese día fue justo ayer, a tres años justos del mismo día que nació hace tres años, claro está. Yo pensé que ibámos a ir en el tutú del tío, pero me equivoqué y fuimos caminando. Me parecía que no podía ser tan lejos, porque si íbamos caminando es porque era cerca. Resulta que estos dos me llevaron (caminando) hasta el centro de Ballester. Me compraron un pantalón y una remera. Lindos regalitos. Después, sí, fuimos al cumple. Lo bueno de caminar con los tíos, es que me cuidan mucho, me enseñana a cruzar la calle y juegan un poco a caminar haciendo equilibrio. Son lindos los tíos.
El cumple estuvo bueno. Todo ambientado del Hombre Araña. Se ve que a Lolo le gusta el Hombre Araña. Había juegos, castillo inflable, coca cola, fútbol. Re-bueno. Jugamos al fútbol con Gabi y Ale me acompañó a jugar con los otros chicos. Bailé la canción de la estatua, esa de "girando, girando, no sé qué más dice... E S T A T U A" y te tenés que quedar quietito. No sé por qué, pero eso te hace reir. Lo más más, el castillo inflable. Salté, corrí, me trepé, me tiré, como si estuviera feliz. Tal vez lo esté. Uh, casi me olvido de la piñata. Ya la tengo clara, algunos caramelos lo tiran por las afueras del quilombo de nenes que se hace bajo ella. Ahí, es más cómodo y pude hacer una buena recaudación de caramelos.
Comí pizza, tomé coca cola porque tenía sed. Cuando tengo sed es que quiero coca cola. Si no, lo que tomo es agua. También comí torta. Después, de nuevo a caminar hasta la casa de los tíos. Ahí sí, era cerca como yo había creido, pero estaba cansado, así que me pareció más lejos que cuando fuimos por el centro de Ballester. Por suerte, para llevarme a la casa de los abus, no se les ocurrió caminar. Ahí sí, fuimos en el tutú del tío. Bueno, también es de la tía, pero siempre maneja Gabi. Antes de irnos me dieron otro regalito: un tutú del Hombre Araña. Uno igual al que le regalaron a Lolo. ¡Qué bueno! Otro cumple años y yo recibo regalos.
Cuando llegamos de los abus me puse contento porque vi el auto de mis primos. Estaban los dos. Casi siempre están los dos juntos, eso le pasa a muchos mellis. Comí un poco más de pizza y pude ver algo de tele, que ya la extrañaba porque en la casa de los tíos no la vi. Aunque ahora que lo pienso, no me hizo falta, porque me la pasé jugando con Ale y con Gabi.
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