lunes, 15 de octubre de 2007

Gabi tutú


Llamaron los tíos, para comer, asado, y fuimos de una. Es que el tío se los hace de lujo, es un campeón. Sí, ya le perdoné lo de la foto dormido. Entre tío y sobrino esas cosas se perdonan.

El sábado pasado sacamos estas fotos. Fuimos para conocer el tutú nuevo de Ale y Gabi. ¡Qué olorcito a nuevo! Yo ya me subí y de dí duro al volante. Todavía no fuimos a ningún lado, pero ya me van a pasar a buscar para irnos de paseo. Aunque ya me voy a encariñar con el nuevo a mí me gusta más el otro, el que ya conozco. Pero somos animales de costumbre, por lo que no habrá problemas para querer al nuevecito.

Los asados terminan con helados y ahí estoy comiéndolo ante la atenta mirada de Morena que aprovechaba para comerse el cucurucho desde abajo.

¡Si vos tenés tu comida! ¡¿Por qué te querés comer la mía?! Y sí, ya sé, es más rica.

Dormi & Regalito

A este Gabi lo tengo que retar. ¿Cómo me vas a sacar una foto cuando estoy dormido? ¿Qué te crees? ¿Qué sentido tiene? ¿No vengas que es para que no salgan los ojos rojos? Siempre te justificás de todo con justificativos que no justifican nada serio. Siempre con las bromas. Así que te estoy retando. Che, te estoy retando, dejá de reirte, dejá de buscar los límites. Eso lo hacemos los niños, los bebés. Bueno, me acabo de responder. Este no cambia más. Pensando mejor, ¿por qué habría de hacerlo?

Ah, pero ahora sí, sacaste una foto a todos mientras yo dormía. ¿Estás loco? ¿Dejarme afuera a mí? Este es mi blog. Bueno, ahí está todos menos yo, claro, porque estaba durmiendo en el colchón que me tiraron al piso. Se creen que soy un lampazo. Fue el 21 de septiembre de 2007, Gabi hizo cerdo (no se hizo el cerdo, aunque le sale bien) para reparar un mal entendido de una cena truncada para el 14.

Pero como la bella durmiente o como un pimpollo en primavera, desperté, alegre, contento, copado, así como soy yo, jajaja. Y para sorpresa mía me dieron un regalo. No hice nada malo ni nada bueno, no me enfermé, no es mi cumpleaños ni mi bautismo, ni nada. Así es la Ale también, de la nada me dio este regalo. Hacía un tiempo que me lo había comprado pero no me lo daba. Yo no sé, los adultos hacen cosas que no quieren y no hacen lo que realmente desean. ¿Por qué no me lo diste antes? De todos modos no me quejo, al contrario, muchas gracias dije. Bueno, hubiera dicho si supiera hablar. Sigo con las señas y algunas palabritas nuevas. Pero estamos desviando la atención. ¿Qué será el regalo? ¿Qué emoción? ¿No les da emoción los regalos?

¿Qué será? ¿Y para qué? ¡Wow! ¡Una mochilita! Que bueno, así puedo llevar mis cosas, mi ropa y mis juguetitos. Mejor, me viene re-barbáro y me queda como dibujada. Ahora me voy a todos lados con mi super mochilita Sandra guivenvai.