jueves, 30 de agosto de 2007

Tele, Morena, Lloro, Helado y después

Este comentario iba a ser sobre la televisión. Gabi quería escribir acerca de la idea de mis viejos de no ver televisión, o al menos no tanta, o no sé qué. Porque yo no miraba cuando no la tenía y era muy chiquitito como para verla aunque la tuviese. Pero en la época del Mundial de Alemania yo ya andaba en dos patas por el mundo, y allá en la casa de Castelar me enojaba cuando no me dejaban ver lo que yo quería. Ahora no me enojo, pero les hago entender que se corran, que me tapan la visión.

Así, como estoy en la foto, esa pose de petrificado como si estuviera congelado como Walt Disney, es como me pongo cuando veo los Backardigans. Son unos dinosaurios y pingüinitos que juegan en el patio de sus casas y están llenos de imaginación, colores y música. Son lindos estos, Generalmente repiten los mismos capítulos. Es un formato simple, se crean diez capítulos, barato, si funciona los repiten a morir. Luego largan para que los papis nos compres la taza, la frazada, el cuaderno y todo el mercadeo que se les pueda ocurrir. Así, el tema es muy rentable. Como el otro, ese violeta feo que no sé qué tiene que nos gusta a todos. Barney, yo no sé qué tiene, pero nos gusta a todos.

Gabi, que es un poco hincha guindas, se me paró delante de la televisión como tres veces. Lo hacía para obligarme a decirle que se corra. Yo le decía, con la mano y con el mmnnmm, mmmnnnnm, gesticulado. Pero él quiere que hable. Me pregunto para qué querrá que hable. Cuando empiece a hablar le voy a hacer tantas preguntas que va a querer que vuelva con mi vocabulario básico de papá, mamá, abu, ese, afuera y alguna palabrita más que sé decir pero que ahorita no sé recordar.

Bueno, el comentario de la foto terminaría acá, porque como no le hablé, se fue a buscar la cámara para escracharme en el blog de como miro tele. Se cree que a mí me jode. No me jode, Gabi, no me jode.

Si hubiera habido solo dos comentarios, el segundo hubiera sido sobre Morena y yo. Yo con Morena me re divierto, porque la corro por todos lados y ella me corre a mí. Antes me daba un poco de asquito los besitos que me daba, por eso, esta vez le empecé a dar besitos yo. Le gané, porque me le tiraba encima cuando ella quería dormir en el sillón.

El sillón no es para dormir Morena, es para correr y saltar como corro y salto yo. De un lado a otro una y otra vez, riendo y riendo de felicidad. Y Morena que me esquivaba, se iba para el otro lado de donde iba yo y miraba con carita de pobrecita, así con las orejitas para abajo, en señal de “ayúdenme con este hombrecito”.

Después encontré una pelotita roja, de esas bien chiquitas que una vez regalaban con la Coca Cola. No me acuerdo para qué Mundial fue, porque además yo no estaba. Creo que fue para Francia ’98, según dice Gabi. Lo que sea que diga el tío, tiré la esférica abajo del sillón, y el tío, que tiene mucha fuerza, lo levantó y le dijo a Morena que agarre la pelotita, y ¡la agarró! ¡Qué risa!

Ahora viene la parte que me da vergüenza. Pero el tío quiere poner esto, así que como me ayuda con el blog (ya lo dije antes, que cuando aprenda, chau tío, suerte) tengo que conceder algo, aunque lo que viene ahora se trate, justamente, de poca concesión.

Por pasos. Paso 1. Recuerdan que me he ganado un felicitado en este blog por no haber pillado por la noche y de avisar de cuando me venía la caca. Bueno, esto que hice fue una caca. Literalmente, me fui debajo de la mesa y de cayetano me largué el producto de mis tripas. ¡Qué olor! Antes, con los pañales y la teta no salía con este perfume, pero ahora, santas cachuchas malolientas, Batman.

Paso 2. Por suerte para el tío, que fue quien me descubrió, estaba mi mamá que se tiene que bancar estas cosas. Se puso a lavar el pantalón y como la tía Ale se estaba bañando en ese preciso instante, pues adentro, desinfección.

Paso 3. Mucho a la ducha no me quise meter, pero la Ale se las arregló para ponerme bonito otra vez. Gabi me secó y desenredó el pelo, y entre los dos me estaban vistiendo cuando en eso llega mi viejo.

Paso 4. Y ya le tengo dicho a la vieja, y ella lo sabe, que cuando suena el timbre quiero yo a atender. Sí, aunque estemos en la casa de lo tíos y aunque Morena haga lo mismo. Pero, a la señora se le ocurre olvidarse. ¡Ah! ¿Te olvidaste? Cagaste. Lloro, berrinche, no saludo nada a papá, no quiero nada, no quiero calmarme, no, no, ¡¿eh?! ¿qué? Sí, prum prum shi, shi.

Paso 5. Me encanta ir en el auto del tío. Todos me querían calmar, algunos con suavidad, como mamá y la tía, otros con autoridad, como papá y el tío, hasta que el tío se iluminó y me ofreció lo del prum prum. Las lágrimas desaparecieron como bife de chorizo en oferta de las góndolas del super.

Entonces, acá comienza la secuencia prum prum-helado.

Adónde me llevaría el tío. Seguramente, a dar unas vueltas a la manzana. Eso le aconsejaron.

Pero el tío es un maestro, no sé bien qué enseña, pero a los que hacen cosas copadas en este tierra les llaman maestros, o hijo de puta. Eso también se usa para cuando uno conduce, pero no entiendo bien porqué. Por lo menos no es sinónimo de maestro como cuando el tío hace un golazo con los muchachos de la oficina.

El maestro me llevó a la heladería. Eran como las once de la noche, llamó a las tías Ana y Cinti, y las pasamos a buscar con un kilo de helado y seis cucuruchos. Sí, helado, aunque sea pleno invierno, ¿acaso no toman café en verano ustedes?

Ahí estoy con el chocolate hasta las orejas. Todos comieron doble porción, menos el maestro que anda otra vez, por vigésima cuarta vez, tratando de bajar el colesterol y los triglicéridos. Yo le diría que no se gaste, que la única forma de bajarlos es si construye una casa en un subsuelo o si se toma un subterráneo. Porque se cuida dos meses y después come hasta reventar.

Riquísimo y buenísima la idea. Porque nos hablamos todos encima de todos y nos vimos un rato, y nos reímos, y un poco nos escuchamos, y como diría la tía Cinti, y naaa, no sé, qué sé yo.

La tía Ana hubiera hablado mucho más de cualquier otra cosa italiana que se le hubiese ocurrido. Es tan tana tana que cuando suena la campana de la iglesi, en vez de escuchar tan tan tan, ella escucha tan tana tana tan tana tana.

Este ya suspiró un par de veces. Seguí escribiendo, querés. Lo tengo que tener cortito para que me haga caso. Dale tío, tipeá.

Bueno, ahí estamos todos. Sacamos como cinco fotos, pero siempre pasaba algo. La primera salió muy clara por el flash y porque estaban todas las luces encendidas. Después Vero que cierra los ojos. Alejandra dice que es porque parpadea mucho. Para mí es que ya se olvidó de cuando fue Miss Teenager. Ya voy a poner fotos de mis viejos y sus tiempos de juventud y les contaré lo que ellos me cuenten.

Después, Gabriel que se olvidó de poner el automático y el no salió. Después se olvidó el flash y quedó todo negro como el negro de acá a la vuelta. ¿Vieron que en todos los barrios vive el negro, el tano, el gallego, el gordo, etc.? Es que no somos muy originales.

En otra cerré los ojos yo. En esta mi vieja no sé qué hace y mi viejo no sé qué mira, pero ya el tío estaba cansado y dijo, como en la ruleta, no va más. Nos puso a todos en el auto y nos llevó cada uno a casa. Y dijo lo que yo le pido que escriba ahora: ¡Chau!

domingo, 26 de agosto de 2007

Otra vez al piso

Hola gentes. Me quedé a dormir de los tíos, sí otra vez. Sí, al piso otra vez. Se creen que porque son chiquito no puedo dormir solo en la cama. Y como no hablo mucho todavía, aunque me hago entender bastante, me la banco y me voy al colchón al piso. Además, esta vez volví dormido, por lo que no tuve muchas chances de explicar nada. Y la Ale sigue con la persecuta de que no me duermo rápido. En eso ayudan mis viejos y mis abus de papá, que le dicen que estoy bravo, que tuve una semana brava, y esas cosas de los adultos con los que uno viven. Yo no sé, pero los adultos tienen una evidente tendencia a exagerar. Ale, ya van dos veces seguidas que me duermo de una, no me hago pis, les avisé de la caca, tomé toda la leche, jugamos tranqui, o ¿no? Entonces, mi consejo es que hagas caso omiso a los que exageran y te formes una nueva opinión, tuya, propia, más cercana a la realidad.

Bueno, esta vuelta no fue por necesidad de mis viejos de mandarme con los tíos. Fueron ellos los que llamaron. ¡Qué alegría cuando escuché que era la tía Ale y que me querían llevar a un cumpleaños!

La cosa fue así, el viernes 17 de agosto cumplió dos añitos Agustina, la hija de Leo, un amigo de Gabi. Sí ya lo sé, la internet es algo diario y que recién ahora posteamos este comentario, pero recuerden que más vale tarde que nunca, así que aprovechen a hacer lo que nunca se animarían a hacer. no sea que se les haga tarde. Sigo con el relato, entonces Ale y Gabi me llamaron, en verdad llamó la Ale, porque el tío está siempre ocupado, con su trabajo y su conputora. Al tipo por correo electrónico quizás lo enganchas, pero seguro te responde si le jás un comentario en algunos de sus blogs. Es lo que es, será. Lo que sí es que a mis viejos les cayó como anillo al dedo (un anillo que entra fácil claro está) porque tenían que hacer cada uno algo para sí.

Yo estaba medio dormido, pero ni bien escuché el prum prum de Gabi, salí disparado (como tiro) para irme de paseo. La tía Ale y el tío Gabi me cuidan bien. Siempre están medio como atrás mío. La Ale se obsesiona con que coma, así que siempre donde está ella hay comida sanita. Por caso al cumple llevó el agüita de filtro, porque yo mucha coca no tomo. De todos modos me dejó probar un pancho. Me imagino sus tripas retorciéndose cuando vio a la cumplañera disfrazada de vendodora de panchos y todos los chicos (y adultos) contentos con la situación. Sé que ella se pregunta porqué eso no lo harán con una ensalada de repollo, coliflor, zanahoria y tomate (sólo por poner un ejemplo) y que de pequeños comamos mejor (y más barato). Pero ella también entiende que yo tengo derecho a conocer y me dejó comer el panchito, con agua sí, para la coca no está tan segura que mi mamá me deje libre a mis derechos.

El cumpleaños de diez, porque no me obligaron a seguir a todos y se fueron turnando (o acompañando) para que yo pueda ir al pelotero, a jugar con los autos a control remoto y a patear la pelota. Mucho patear no me gusta, pero al tío Gabi sí, por lo que le di unos minutos. Yo quería apretar el botón que hacía que el prum prum corriera rápido por la pista. En eso estaba copado yo, hasta que cortaron todo por el evento de la torta. Y yo qué podía hacer, llorisqueé un poco para quejarme (yo quería el auto) pero con la cancioneta del cumpleaños comenzaron a tirar burbujas de agua y detergente. Todos los chicos reventando las burbujas. Estaba bueno, pero como yo era uno de los más petisitos muchas no podía agarrar. Pero había tantas que me divertí con eso. La torta muy rica también y me la comí toda (sí mi porción).

El cumple terminó como a las ocho y pico de la noche. Y ya me imaginaba una noche larga para dormirme. Pero nos fuimos a llevarlos a los papas de Lolo que andaban sin auto. Lolo (no es el de la guitarra, aunque tiene una rebuena) es el hijo (uno de los hijos) de otro amigo de Gabi. De Alejandro. Se conocen desde hace como treinta años.

Subimos al dpto. ¡Por el ascensor! Iupi, me gusta el ascensor como en la casa de las tías Cinti y Ana. Ahí estaban los grandes con Mateo (el hermanito de Lolo) meta charla. Lolo también, meta charla. Todavía no tiene dos años cumplidos pero habla más que las vecinas en la carnicería. No es una cotorra, es una radio de veinticuatro horas de programación, más la noche también.

Luego de un poco de vergüenza compartimos unos juguetes. No saben, Lolo tiene muchos autos, una moto que anda sola, cientos de rastris, y claro, una guitarra. La guitarra está re buena, porque tocás un botoncito y te larga la melodía. Algo así con música incorporada. No es como la de cuerdas que está en mi casa y que Gabi siempre que viene la hace sonar de la misma manera: mal. Con la guitarra hubo una pequeña rencilla, lo mismo que con unos libros de cuentos. Yo creía que podían ser míos. Aún no entiendo bien la onda de la propiedad privada. Hasta me pregunto cómo eso puede funcionar. Es más, pregunto: ¿cómo funciona eso?

Interrogantes mediante, la pasé muy bien y de vuelta a la casa de Ale y Gabi, se las hice fácilito: me dormí en el auto. Sabían que me iban a mandar al piso, pero está bien, lo hacen para que esté cerca de ellos. De hecho, como las cuatro de la matina les largué un llanto, como para ver qué hacían. Al toque lo tenía a Gabi haciéndome shshsh despacito, de modo que me dormí una rato largo más. Hasta las diez la mañana. Cuando me lenvanté, jugamos un rato en la cama grande, y con Gabi nos fuimos a lo de Cinti y Ana. Es que la Ale tenía paciente y pacientemente esperó hasta que no llegó. Luego se vino tmabién de las tías, y ahí comomimos todos los ravioles. ¡Ah!, eso sí, antes el desayuno. En la casa de Ale siempre se come bien, y se prepara el desayuno. Ella dice que es la comida más importante. Yo creo que la más importante es la que comés en el momento que estás comiendo. Me tomé la leche con las tostadas de pan casero con miel. Ahí estamos los tres, con la pancita llena y el corazón contento.

sábado, 18 de agosto de 2007

Los Ravioles

Después de pasar la noche en la casa de los tíos Ale y Gaby, los cuales me llevaron al cumple de Agustina, en donde estuve con con otos niños con los cuales compartí o no los jueguetes y esas cosas que hacemos nosotros los chiquis... Ahora sí, después de eso el sábado a la mañana fuimos con el tío Gaby a la casa de las tías Cinti y Ana.
Luego de tantas idas y vueltas que tuvieron los adultos, decidieron hacer unas ricas pastas, en este caso ravioles con salsa fileto y rosa.

La tía Ana se encargó de ir a hacer las compras, compró las pastas, l.as salsas y el paaaaan paaaaan. Más tarde llegaron la mamma y la tía Ale. Yo me encargué que la mesa quedara bien puesta con la ayuda de la tía Ale, las tías Cinty y Ana se ocuparon de separar los ravioles que habían estado en el freezer, consejo de la tía Ana: no frizar más los ravioles!!! En fin entre mi mamá y mis queridos tíos me qusieron homenajear con estas ricas pastas, las cuales disfruté mucho, porque todo fue hecho con AMORE.